lunes, 29 de agosto de 2011

Freedom


Cada día que pasa me pregunto más a mi misma, nos hacemos realmente libres al independizarnos?hemos sido o seremos libres alguna vez?

Esclava de mi casa

Esclava de mis estudios

Esclava de mi trabajo

Esclava del estado

Y la compensación, oh si:

Seré PRINCESA Y PRINCIPE ENCONTRARÉ !

Entonces es cuando el cuento de hadas empieza a arder justo antes de quemarte la mano y te das cuenta que a veces soy hay un pozo de mierda en el que puedes flotar y ponerte una mascarilla

...en el que sobrevivir gracias a tu familia y amigos, amor, eso es amor....y no los malditos principes que nos ponen en los cuentos.

Nota: El texto anterior puede crear confusión.

miércoles, 24 de agosto de 2011

Oh-lá-lá



Es curioso cómo el subconsciente nos mete en laberintos sadomasoquistas sin darnos cuenta. Vamos confiados por la vida, ingenuas mariposillas, pensamos que todo está bien, ordenado, en su sitio. Pero gradualmente, éste parece tener una tendencia absoluta a la destrucción.

Mi vida era de puta madre, por qué no decirlo. Era soltera, emancipada, independiente, pagaba mis facturas sin dificultad, tenía unos amigos geniales, y no había un solo momento libre que no se convirtiera en algo épico. Nada me preocupaba, más allá de lo mundano, y las dudas existenciales parecían haber pasado al lado de lo irrelevante. Todo iba bien. Iba bien. Bueno no, no iba bien... ¡IBA MUY BIEN, JODER!

¿Y qué pasó? Pasó algo. Exactamente no sé cómo, pero pasó. Sólo reconozco que fue como resbalar dentro de un lago helado. Se me paró el corazón y abrí mucho los ojos: Croissants por la mañana, dos boinas, merci y no gracias, la Bruni en un bucle, la fondue siempre sucia, caras encuadradas con patillas, mucho vino, nouvelle vague por todas partes, Liberté-igualité-fraternité... ¿café o té?
Había pasado, la cáscara de nuez se había roto, rompiendo consigo todos los esquemas que tenía previstos desde el ático en el que vivía.



Joder, había pasado. Había entrado en el nudo infinito de la gilipollez cuántica, la distancia, los “cariño, je suis desolé", los egos bastardos,trabajadoras del Moulin respirándole, tazas con café-au-lait volando por la habitación, y todo tan très difficile que hacían que las drogas parecieran chucherías elegantes.

Podría contar una historia fantástica sobre aeropuertos colapsados, flores perfectas, fines de semanas en ciudades europeas, y paseos de la mano. Pero todo eso es una mierda. Una voluptuosa mierda detestable y enfermiza que nos come la puñetera cabeza con expectativas insalubres salidas de una película de Meg Ryan. Y fue así y no de cualquier otra manera como me cuasi-enamoré de un francés. Sin pisar Montmatre, sin caros perfumes o anillos cegadores, y pasando deportivamente de los pestilentes muelles marselleses. Nada volvería a ser igual, ni siquiera se veía ya el sur desde la ventana de mi habitación.

Pero da igual, porque tu me manques et ça c'est tout.

lunes, 1 de agosto de 2011

Reflexión célebre.

#22 Te das cuenta de que estás rodeada de paranoicos/as (y te encanta) cuando alguien se da cuenta del horrible paralelismo físico que hay entre las exparejas de Jenniffer Lopez y las tuyas.




Hala, me voy a decir panichorradas a otro sitio, con alcohol, drogas y buena compañía. Vivir anécdotas patéticas agota, ladies and gentlemen.

Vacaciones de veranooooo para tiiiiiii...