domingo, 12 de diciembre de 2010

La navidad en la ciudad.


Ya ha llegado la navidad, nos guste o no, con ello el derroche de dinero, los hidratos de más, y las pintas de mamarracho/a. Pero también es un período de reflexión/desesperación para los solteros.

Cuando estás en pareja, es fácil, todo viene prácticamente predeterminado:

- En nochebuena cenarás con tu familia, os daréis los regalos, hablaréis un rato y os tomaréis una copa. Sobre las 00.00-01.00 vendrá tu pareja a casa, os tomareis algo con tu familia y después os iréis a "dar un vuelta" (esto tiene doble significado: tomaros una cerveza con vuestros amigos en un bar de mala muerte, daros los regalos con los que no habéis acertado ni de lejos y después zumbar; o, pasar de la cerveza e ir a lo que importa)

- Si tus padres no están divorciados, cenarás en nochevieja con tus suegros; se te bloqueará el teléfono y hasta las cuatro de la madrugada no recibirás las felicitaciones de año nuevo; saldrás en nochevieja a una fiesta prefabricada donde al llegar ya te dolerán los pies o tendrás frío, la música será repulsiva, para pedir una copa tendrás que estar cerca de cuarenta y cinco minutos esperando en la barra, te encontrarás con gente que te repugna; y cuando estés demasiado borracho/a o demasiado harto/a, te irás a zumbar a la parte de atrás de un Seat Ibiza o, con suerte, a un hotel de mala muerte donde te soplarán cien euros de golpe.

¿Y cuando estás soltero/a?

En nochebuena tu familia te recordará lo buena persona que era tu ex, la buena pareja que hacíais y la lástima que es que ya no estéis juntos. Te regalarán un pijama hortera, calcetines y, a lo mejor, con suerte, eso que dijiste que te gustaba de un escaparate. Tendrás un dolor de cabeza insoportable por culpa de los villancicos y la zambomba y, mientras todo esto ocurre, estarás pendiente del móvil para ver quién se raja y quién no para emborracharte hasta las cejas y seguir con la tradición del día de Navidad: Una resaca épica y la cocina empantanada.

En nochevieja, estarás deseando tomarte las uvas para largarte a la ya nombrada fiesta y buscar a una presa con la que tener un noche de sexo poco gratificante; con suerte, si tus padres siguen juntos, tendrás la opción de irte a una casa rural que te costará un riñón, a tomarte las uvas en pijama con tus amigos y sus respectivas parejas, y si se te aparece la Virgen de Lourdes podrás zumbarte a tu colega después de tres botellas de whisky, con lo que conseguirás tener una noche de sexo con la que terminar insatisfecho/a y al día siguiente aparte de la resaca también tendrás una mañana de Año Nuevo repleta de cargo de conciencia y de dudas (¿le habrá gustado? ¿tenemos que contarlo? ¿podré seguir tirándomelo/a? ¿seguirá todo igual? ¿habrá sido una alucinación? ¿nos habrán oído?, etc).

Pero no, el día uno seguirás siendo un/a fumador/a empedernido con barriga en el sitio donde deberían estar las abdominales, así que siempre te quedará la ilusión y esperar un milagro, en el que te toque la lotería, encuentres un trabajo increíble y el amor de tu vida aparezca por arte de magia. Por lo demás, sólo me queda decir, buena suerte y no comáis muchos turrones, que después se os pone el culo gordo. :)

1 comentario:

  1. Como no me cabía en comentario he escrito algo, va por ti!

    ResponderEliminar

¡Escúpelo!