jueves, 11 de noviembre de 2010

Juegos...


Las relaciones pueden ser un juego, un juego divertido, la única regla es que no dejes que los sentimientos se interpongan en la diversión. Me explico, no es que no sientas nada por la otra persona es que no dejes que esos sentimientos sean más fuertes que tu razón.

A los 15 años soñaba con ser Anna Karenina y encontrar un amor tan intenso que me importase más que mi propia vida. La idea de amar hasta el extremo de la locura me parecía preciosa. Hasta que me ví en la situación y miré de cerca a las vías del tren (metafóricamente), ese no era el camino y lo que pasaba es que yo era una adicta a la intensidad de mis emociones. Me gusta llorar desconsolada y reir sin poder parar, busco esa fuerza que nuble mis sentidos en la agonía y el éxtasis. En esos momentos no soy yo, mi yo racional, me siento como arrastrada por una corriente contra la que no puedo luchar y me gusta. Me gusta, pero me destroza.

Necesito encontrar la estabilidad de mis propias emociones, sé cual es el objetivo. Pero a veces resulta muy difícil no entretenerse jugando por el camino...

Un pequeño inciso: la mayoría de las fotos de mis publicaciones son de Fidel Díez (www.fideldiez.com), gran fotógrafo y mejor persona.

3 comentarios:

  1. como dirian los hermanos luthiers: PEZ QUE LUCHA CONTRA LA CONRRIENTE MUERE ELECTROCUTADO!!!
    Pero te entiendo

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  2. crispiss11.11.10

    Que gran foto,si señor,me gusta el blog,fiel seguidora.... =D

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  3. Hay juegos que es mejor no jugar...

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