martes, 9 de noviembre de 2010

Abrazos y ronroneos


Hoy al despertarme, mi gata (sí, es la de la foto) me ha obsequiado con una sesión de mimos. Creo que se ha dado cuenta de que echaba de menos la sensación de que te abracen al despertar. Ha decidido sustituir el buenos días y un beso por un cariñoso ronroneo y desde luego ha conseguido hacerme sentir bien. Nos hacemos las duras, pero aunque lleguemos a no necesitar a nadie en nuestras vidas no podemos evitar esa sensación de soledad cuando no hay nadie a nuestro alrededor.

En mi caso además nunca me he caido demasiado bien ni me he apreciado mucho, puede que por eso buscase la aprobación externa y el reflejo de lo que soy en otra persona para sentirme definida. Es muy duro dejar las viejas costumbres, aquellos comportamientos que han llegado a ser parte de nosotros, pero llegado el momento debemos elegir entre la comodidad de aquello a que nos hace daño pero nos resulta códomo y la dificultad de cambiar hacia una nueva forma de actuar. Yo me he decidido por lo segundo, con todas sus consecuencias, no resulta fácil pero eso sucede con todas las cosas que merecen la pena.

4 comentarios:

  1. "Es difícil desacostumbrarse a un gesto que se ha acostumbrado a nosotros" - Milan Kundera, en La inmortalidad (precioso libro, por cierto)

    ResponderEliminar
  2. Cuando una puerta se cierra otra se abre. Y esa puerta puede estar llena de hombres con cervezas en la mano para invitarte, con ropa interior de última tendencia, modernos si los quieres, pero ante todo buenorros, y todos babeando, dándote masajes, acariciándote, y luego pro supuesto como son millonarios te compran una casa te dan 8000000000000 millones de euros y son tus criados

    ResponderEliminar
  3. Y vivieron felices y comieron perdices

    ResponderEliminar
  4. Unprincessless, cuando te tropieces con uno de esos que no estén tarados mentalmente, avísame que me tiro al cuello :)

    ResponderEliminar

¡Escúpelo!